Estos tumores, benignos o malignos, necesitan con frecuencia un tratamiento quirúrgico que, en ocasiones, conlleva un posterior tratamiento médico.
Resulta necesario consultar a un cirujano maxilofacial cuando aparecen lesiones ulceradas en la cavidad oral o en los labios que no cicatrizan de forma adecuada en un período de entre dos y tres semanas. La prevención y el diagnóstico precoz de los tumores en la región de la cabeza y el cuello es fundamental para el éxito y el pronóstico de su tratamiento.
Para la reconstrucción de las estructuras anatómicas de la piel de la cara, la boca, los huesos faciales y el cuello, la cirugía maxilofacial dispone de técnicas de cirugía reconstructiva que permiten la reconstrucción funcional de estas zonas de forma inmediata y en pacientes que presentan secuelas secundarias de la cirugía de tumores o traumatismos previos.
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